viernes, abril 11, 2014

La punta del Iceberg (city wars saga 3)

El agua resbalaba sin prisa por las delicadas y suaves formas de Inna mientras cepillaba sus cortos cabellos, mas por una costumbre que de alguna manera le recordaba aquellos días felices en los que jugueteaba sin preocupaciones en el de mano de su hermana, recordaba especialmente una calurosa tarde de Junio, los vestidos ligeros ondeados por el viento y el canto de las aves despidiendo al sol. Su hermana grababa sus iniciales en el tronco de un viejo roble en el centro del parque y le prometía que siempre cuidaría de ella sin importar lo que pasara, ella no ponía demasiada atención, se limitaba a corretear a su alrededor y recoger algunas flores silvestres, o al menos todo lo silvestres que pueden ser las florecillas de la maleza que crecía en los descuidados parques de la gran urbe. Se vistió rápidamente y salió de su casa sin repetir el ritual del Oporto por primera vez en un par de años.

Al llegar al edificio su corazón latía con fuerza, y no era para menos al fin tendría los medios para hallar a su hermana perdida, y de paso fantaseaba con la clase de aventuras que le esperaban. Su vida al momento había sido mas bien ordinaria y sosa, luego de la repentina muerte de sus padres y la huida de su hermana todo se había convertido en la misma aburrida rutina: levantarse temprano por la mañana para atender el colegio, regresar directo a casa para hacer los deberes, pues nunca fue buena socializando, leer los clásicos de la biblioteca familiar antes de la merienda y una infusión de tila y azahares para sofocar las interminables corrientes de pensamiento que le exigían lanzarse por la ventana y estrellarse de cabeza contra el pavimento para que así la lluvia matinal se llevara toda su soledad por el desagüe... de nada servía recordar eso ahora, mas bien pensaba en los lugares que visitaría, se veía a si misma despertando en algún hotel parisino con vista a la torre Eiffel vestida de encaje negro, con las sábanas satinadas apenas rozando su piel, sacando un arma de su bolsa para ejecutar al terrorista paquistaní que apenas hace unas horas la había llevado hasta allí, iluso, estúpido...

Rock se despertó ante la insistente llamada a la puerta, se halló sentado en la sala con una multitud de hojas frente a el y un lapiz apenas entrelazado en los dedos de su mano derecha, se levantó sin ninguna clase de prisa y se dirigió al baño para cepillarse los dientes, regresó un poco mas dueño de sí y atendió la llamadade la puerta. Al abrir se encontró con una insistente joven que se sonrojó apenas mirarlo.

-Di... disculpe creo que me equivoqué de departamento-balbuceó Inna nerviosa, no sólo por su error, sino por lo atractivo que le resultaba aquel muchacho que le había abierto la puerta.
-Eso depende de a qué vengas o a quién busques.
-Busco a un vecino suyo, supongo que el muy inútil me dio mal la dirección, pero igual y lo conoce su nombre es Ridley, es un pobre idiota.
-Ningún error chica el vive aquí, pero me temo que no se encuentra en las mejores condiciones para recibir visitas, y no me hables de usted porque me haces sentir anciano.
-Ah lo siento, supongo que vendré un poco mas tarde gracias por todo....-hizo un ademán con las manos esperando escuchar su nombre.
-Rock, y pues no te vayas, digo ya veniste hasta acá, pasa y sirve que se levanta a preparar el desayuno.

La invito a pasar y cerró la puerta detrás de ella, cruzaron la sala haciendo charla menor sobre lo mal que había estado el clima los últimos días y finalmente llegaron a la habitación de Ridley.

-Puede que no te guste lo que veas cuando abra esa puerta.
-Nunca me gustó- dijo Inna con una sonrísa pícara.

La habitación de Ridley era un desastre total, había ropa tirada por todos lados, sobretodo encima de lo que parecía ser una cama, bobinas llenas de discos y cientos de cosas mas a las que Inna no podia hallarles forma. Rock interrumpió el silencio llamando a Ridley pero éste solo balbuceo algunas palabras inteligibles, probablemente comandos de computadora. Hicieron falta dos llamadas más para que Ridley abriera los ojos los cuales recorrieron la estancia en un intento por comprender que diablos estaba pasando, se levanto pesadamente y sin decir nada salio al pasillo pasando completamente de Inna y se dirigió al baño.

Fue solamente al salir que dijo palabra alguna:

-Pinche algoritmo de encriptación esta super jodidísimo de romper.
-Ya decía yo, si Ratt hubiese podido abrirlo seguramente no te lo hubiera dado.
-Igual y mas caro...
-¿Más caro? No mames eres pésimo negociante...
-Chicos, odio interrumpirlos-dijo Inna algo molesta de ser ignorada-pero yo vine aqui a-Fue interrumpida rapidamente por Ridley que le dió un cuadernillo de hojas- Lee y aprende mija.

-Wey no mames no seas tan rudo con nuestra invitada, al menos ofrécele algo de comer.
-Ok ok, ya hace hambre, voy a preparar algo- Ridley salió rápidamente a la cocina, Rock invitó a Inna a sentarse en el comedor y siguó charlando con ella.

-Así que quieres entrarle a esto, ¿sabes que pones tu vida en riesgo verdad?
-Si, pero no importa. Estoy dispuesta a aceptar el riesgo.
-Ok, cada quién se mata como quiere, y dime ¿qué tanto sabes de los sindicatos?
-Lo que se escucha en las calles, que son organizaciones secretas y que manejan toda la información del mundo.
-Jajaja hay al menos dos grandes mentiras en esa definición, déjame que te platique un poco de historia: ¿Recuerdas que hace unos años se formaron las sociedades juveniles de convivencia?
-Sí, las que pusieron a los jóvenes a hacer ñoñeces para evitar que siguieran provocando disturbios.
-Exacto, pues sólo digamos que no fueron instauradas por ningún gobierno, sino por asociaciones privadas con el sólo hecho de librar sus batallas sucias sin tener que verse involucrados, y bajo un programa de beneficencia hallaron una fachada estupenda, la mascarada se mantiene hasta hoy.
-Pero.. ¿y que hizo el gobierno cuando se dió cuenta?
-Recibir su parte, claro. Mientras nuestros patrocinadores sigan haciendo su generosa contribución a nuestros gobernantes nadie va a molestarnos por un rato.
-¿Y no te da rabia que te utilicen como a un perro?
-La otra alternativa es un mediocre empleo en la sociedad, y de ahí una lenta marcha hacia la muerte, preguntándote siempre como vas a llegar a fin de quincena. La verdad nunca se me ha antojado vivir así, aquí tengo todo lo que quiero, sé cosas que mucha gente mataría por tan sólo conocer unas palabras, y de hecho lo hacen, al final podré entenderlo todo.
-Bueno, supongo que mientras encuentre lo que busco todo estará bien.
Inna comenzaba a preguntarse porque Rock aparentemente no estaba interesado en lo que ella buscaba, chanse y podía ayudarle con algo.

No hay comentarios.: